BAF Week Primavera-Verano 2008/2009

Y cerrando la semana de la moda argentina, estas son las marcas que estrenaron colecciones en la pasarela de la Rural el pasado sábado 23:

Alicia en el país de Cómo quieres que te quiera o cualquier teenager en el país que quiera, pero con espíritu naïf, romántico y con onda. Inspirada en los años 50, con una puesta que remitió al cuento clásico, la colección incluyó faldas línea A, infinidad de vestidos balloon, shorts, bermudas de cintura alta, sacos y camisas. También entraron en escena los años 70, con su versión de pantalones anchos y estampas de época. Flores infinitas y diminutas, cuadrillés, rayas, lunares y lisos en tonos fuertes para lograr looks divertidos. Verde, azulino, amarillo, fucsia, gris, coral y mostaza, sólo algunos. Muchos moños, lazos, botones y grandes apliques de flores sobre un hombro en vestidos y remeras. No faltó el denim en minis y pantalones de todos los largos, con diferentes lavados, roturas y sobreteñidos. A la salida, las fans de la etiqueta se llevaron almohadones con la estampa de la marca. Para seguir soñando...





Semillero UBA: En diez pasadas cada una, Tamara Gómez y Maia Buonarcorso presentaron sus propuestas ganadoras. A sala llena, primero fue el turno de la colección aniñada y lúdica de Gómez, con una fusión de tipologías entre saco y vestido de formas redondas, pantalones amplios y bien abuchonados, polleras, camisas y remerones con mucha superposición. Los estampados llevan dibujos propios supercoloridos y esconden imágenes de tejidos, arterias y capilares. Completó con detalles de botones, paraguas y medias altas, bucaneras y tres cuartos con dibujos alusivos y antifaz Batman. Bien descontracturada.
Le siguió el espíritu melancólico y romántico de Maia Buonarcorso con su versión de muñecas de porcelana del siglo XIX o aún antes. Vestidos, faldas y shorts con detalles de polisón, miriñaque, corset y tontillo, que ubicó como un juego para mostrar elaborados trabajos de alforzados, plisados, volados y tablas. Siempre en los tonos de la nostalgia, natural, piel, blanco sucio y negro.






Luego fue el turno de Cook. Casi un campo de flores en pasarela, con sonidos caribeños en el arranque para demostrar la alegría por una primavera y verano que la marca espera promisorios. Con una fuerte influencia de Cuba de los años 50, la tendencia marinera que vuelve y el retro en cinturas altas, vestidos floreados, camisas holgadas, chupines y pantalones pata de elefante, babuchas, y hasta cargos, combinados con remeras con estampas deportivas, playeras, rockeras, más algunos batik, ítem de la temporada. La paleta, estridente, abarca desde el verde, colorado, azul y blanco hasta el amarillo, fucsia, violeta, naranja, gris y negro. Agrega lunares, rayas, escoceses, Vichy, figuras abstractas y de líneas africanas. Los accesorios marcan la diferencia, con sombreros, cinturones anchos tipo faja o en cadena, pañuelos hippies, moños, anteojos de gran marco y collares dorados.





Primera temporada y desfile-lanzamiento de Grupo 134, firma de indumentaria masculina, en manos de dos jóvenes mujeres de vanguardia. Varonil, de imagen minimalista, apta para hombres de cualquier edad, cancheros y con ganas de innovar. Básicos elaborados, confeccionados con telas tecnológicas, que fusionan tipologías urbanas con otras más clásicas o formales. Su fuerte, sacos, camperas, pantalones, camisas y remeras con detalles de recortes y estampas. Cultiva un estilo atemporal en estricto blanco, negro, crudo y gris, más algo de azul violáceo. Se destacan estampas sobrias de números y letras, códigos de barra, bolsillos y chalecos sobrecosidos en remeras. El final, muy rockero, encontró a las diseñadoras cuando saltaban desde la pasarela para saludar a sus familias. Muy buen estreno, inclusión de señores típicos y atípicos, unidos bajo este look ponible, pero diferente.





Color, movimiento inusual y mucha alegría en el desfile de Mariana Cortés, que aprovechó para festejar los 10 años de su marca, Juana de Arco, en el desfile de cierre del ciclo. Empezó con una orquesta en vivo y una coreografía sincronizada, que representó el espíritu de su colección Agua viva . Vestidos, calzas, remeras, shorts, pescadores, chalecos de rafia, camisolas de bambula, túnicas de lienzo, trajes de baño, y hasta ropa de dormir. Todas prendas amplias, con rayas en los colores del arco iris; estampas esfumadas; patchworks, y sus clásicos apliques tejidos al crochet. Mucho bordado con imágenes de peces, caballitos y estrellas de mar, caracoles, redes y flores. La misma propuesta también para chicas, que, contentas, posaron para la foto. Al final, el público pudo llevarse souvenirs marinos en tela que la diseñadora realiza con el Proyecto Nido. Como parte de los festejos, Cortés y su equipo se quedaron bailando largo rato en la pasarela. Siempre un estallido.





**Textos: La Nación - Fotos: Prensa BAF Week**

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